martes, 28 de febrero de 2017

Cuando mamá llega al límite

Hace un par de semanas que no escribo y no por no tener tiempo, que es lo que suele pasarme, si no porque no estaba de humor, esta semana pasada fue una de esas que llegas al límite, donde te da la sensación de ser la peor madre del mundo, donde ya no puedes más, todo se junta.
mama
¿Qué pasó??
Salvajita pone mi paciencia al límite, una rabieta detrás de otra, por cosas sin sentido para mí, supongo que para ella si lo tendrá, ese llorar por llorar, ahora sí, luego no, otra vez sí, y volvemos a empezar, así durante una semana. Primero casi cruza la calle sin mirar por lo rabiosa que estaba, luego que quería hacer otra cosa y no acepta el "ahora no puede ser" y para rematar llora por que la taza del WC está caliente, ¿en serio? ¿Caliente? Todo esto durante 5 días sin darme uno solo para recuperar fuerzas.

Hasta que de mi sale ese grito fuerte como nunca le he gritado, suelo hablarle con mucha paciencia e intento explicarle las cosas, pero ese día llegó, solo hace que llorar, gritar, dar golpes, tirarse al suelo, después de ese grito, ves en su cara el miedo, un "mami me has asustado" hace que me rompa por dentro, lloro como una niña, consigo calmarme y por fin me escucha, se calma ella también, la tarde acaba bien y desde ese día bajan las rabietas, qué no desaparecen del todo pero ahora son con menos intensidad y más fácil de calmar.

Aun así, yo no estoy contenta, un grito de esa magnitud no es normal, no puedo perder así los nervios, no quiero que se repita, soy dura, muy dura conmigo misma y me da vueltas en la cabeza una y otra vez. Suerte tengo de contar con la mami-amiga, que justo en ese momento está disponible para escucharme, nunca para juzgarme, y me hace sentir bien, me desahogo y hace que comprenda que no pasa nada, que es algo puntual y puede pasar. Gracias mami-amiga por esa pequeña charla, gracias por estar cuando lo necesito, gracias por comprenderme y no juzgarme.

Ahora una semana después lo veo con otra perspectiva, muchas veces somos duros con nosotros mismos, un fallo lo tiene cualquiera y no por eso debemos machacarnos, tenemos que intentar solucionarlo y no volver a cometer ese error, por supuesto, le pedí mil veces perdón a mi pequeña, le explique qué mamá también se equivoca, y cuando vino su padre se lo contamos todo entre las dos, ya más relajadas. Es una costumbre que tenemos, el contar las cosas al que falta cuando sucede algo, para que así sepa que puede hablar tanto con papá como con mamá, que la confianza es la base en esta familia, y que nos apoyamos en todo, para bien y para mal, y en esto también tengo suerte, cuento con alguien a mi lado que está siempre que lo necesito, y que nos compenetramos bien, pese a lo diferentes que somos ;)



Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos, y con el amor los errores de nuestra moral.
José Ortega y Gasset
 
Sylvya

12 comentarios:

  1. Hay días y semanas en que las cosas se tuercen y los niños sabemos que, al igual que los adultos, no se comportan siempre como el aceite. Son agua y tienen "oleajes". Si a ésto se une que nosotras estamos estresadas, cansadas o con las hormonas revueltas -o todo junto- pués se produce una reacción "desagradable".
    Lo bueno es que has sido consciente de que la emoción te ha dominado.
    En una futura ocasión -que la habrá- sabrás reconcerla a tiempo para actuar como desees. Conscientemente. No a lo loco y posteriormente con arrepentimiento. Ya lo verás!.

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    1. Tus palabras son siempre un consuelo ;) la voz de la experiencia. Suelo controlar las situaciones, pero esta ocasión fue el vaso desbordándose, y ufff que no es fácil con un carácter como el suyo, además tan parecido al mío que miedo me da, pero de los errores se aprende y mucho. Un abrazo guapa!!

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  2. Mucho ánimo!! Son momentos de tensión pero poco a poco van cambiando a mejor.

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    1. Muchas gracias!! Parece que el temporal ha remitido, de momento claro, espero que siga así, un abrazo!!

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  3. Tienes una paciencia infinita...eres una madre estupenda, tal y como se merece salvajita! hay que permitirse errores, aprender de ellos y dejarlo pasar...a veces no nos lo ponen fácil, y hay que buscar herramientas para manejar la situación...eso que te pasa to creo que nos ha pasado a todos...ya sabes que a mi mucho ;)
    Un besazo, te quiero!!!

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    1. Mi niña, gracias, eres mi mami-amiga, esa que sabe comprenderme y que decirme en cada momento, creo que tenemos dos preciosas fierecitas, espero que la adolescencia la pasemos juntas que será un consuelo seguro ;) Yo también te quiero mucho!! Muacks

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  4. ánimo guapa! La crianza es así, a veces puede sacar nuestro lado oscuro y no mola, pero lo importante es aprender a mantener la calma... Y se que no es fácil, que yo me convierto en una verdulera mas de lo que me gustaría, jejeje

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    1. Gracias!! Nos vamos al mercaito a vender tomates?? jajaja Es verdad que son fases y que nos ponen al límite a menudo, pero bueno sacaremos nuestro lado más paciente y capearemos el temporal como buenamente podamos. Pero sobre todo aprenderemos mucho de estas situaciones. Un besazo guapa!!

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  5. Ayyyyyy a quien no le haya pasado lo que cuentas fijo que miente!! Si hay algo que nos enseñe la maternidad es a desarrollar una paciencia que se acerca bastante a ser caaaaasiii infinita, pero no lo es, somos humanas y tenemos un límite y la cagamos y aprendemos y la cagaremos más veces seguro, pero también queremos con locura y lo demostramos, así que a dejar la culpa a un lado y a reponer fuerzas por si viene otra semana con curvas!! Besos!

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    1. Gracias amor!! Tienes razón, en estos años de maternidad he sacado un lado paciente que desconocía que tenía, pero aún así hay veces que no se puede más. Seguro que vendrán mas curvas tarde o temprano, estaré preparada, jejeje. Un besazo guapa!

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  6. A mi me pasó ayer. Con el pequeño, que solo tiene 8 meses. Llevaba toda la tarde llorando y ya había llevado mi paciencia y mis nervios al límite. La gota que colmó el vaso fue que apenas merendó y le pegué un grito, que no hizo más que asustarle y hacer que llorase aún más, así que me intenté relajarme, cogí a los dos y al parque, allí nos relajamos todos

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    1. Un cambio de escenario, eso es la mejor medicina muchas veces, es difícil estar siempre en calma, y más cuando te ponen al limite tantas veces que en alguna tenemos que saltar, estas cosas no venían en el manual de madre ;)
      Un abrazo!!

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