Escapada: Hotel Gran Duque, Marina d'or

Cuando las vacaciones no pueden ser en verano, uno busca la forma de disfrutar de la familia, unos días por aquí, otros por allá, no importa donde, si no con quien.

Bien es cierto que cuando la escapada es de un par de noches no es cuestión de irse muy lejos, y así, poder disfrutar del tiempo al máximo.

Nuestra última escapada ha sido este fin de semana, después de mirar muchos sitios, buscar y buscar, al final decidimos quedarnos "cerca" e ir a Marina Dòr en Oropesa del Mar.

Elegimos el Hotel Gran Duque 4*, nos han dicho de todo, tanto cosas malas cómo buenas, gente que lo odia y gente que vuelve una y otra vez, todo es cuestión de gustos, y de como quieres ver las cosas, así que como dijo Groucho Marx: ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?

Mi impresión del Hotel no tiene desperdicio, y como prefiero creer a mis propios ojos, aquí os dejo que es lo que vieron estos ojitos ;)

 Para empezar la llegada y la entrega de llaves fue rápida, aunque tal vez la persona que nos atendió no tenía un buen día, una explicación muy escasa de las "ventajas" del Hotel, nos repartió unas hojas y listo.

Subimos a la habitación, la primera impresión fue muy buena, estaba en buen estado, limpia, con tres camas, donde Salvajita escogió dormir en la que más le gustó, en la mesa nos esperaba un plato con frutos secos y alguna chuche, un pequeño detalle que se agradece, las vistas estupendas se podía ver el mar  a la derecha y la montaña a la izquierda, el baño en general bien, con la excepción de la bañera, un poco vieja y con algo de moho entre los azulejos que quedan dentro, además la mampara no es nada cómoda, abría hacia dentro y esto dificultaba duchar a la peque, al final opte por meterme con ella, eso sí, tenia chorritos para relajarse ;) otro detalle es la luz roja del techo que da calorcito.

El comedor con ese buffet, lleno de gente por todas partes, gente que parece no haber comido nunca y se tiran encima tuyo para coger ese trozo de pan que queda, aunque te lo tengan que quitar de las manos.... Un comedor envejecido y desgastado, demasiado grande y lleno, un sitio bastanteeee.... Como diría? Frio, con poca personalidad.

Por suerte hay un segundo comedor más pequeño, intimo, solo caben unos 200 comensales jajajaja, para este hay que tener suerte que puedas ir, tiene límite y si está lleno pues te vas al grande, en este las sillas son más cómodas, la decoración más cálida, y en general se está tranquilo, comiendo sin que nadie te empuje la silla por que quieren pasar por detrás.

Dentro de sus instalaciones hay una piscina climatizada y SPA que para escapadas por estas fechas está genial,  por la noche ese mismo lugar se transforma en salón de fiestas, con espectáculo todas las noches.

Y por fin la ludoteca, estupenda, la pequeña estuvo el día que tocaba las princesas y los súper héroes, ella quería ser Buhita de los Pj mask, pero esto aun no está

muy de moda y al final se vistió de princesa, con purpurina por toooodas partes, se lo pasó genial, la ludoteca tiene dos sesiones una por la mañana y otra por la tarde es de unas dos horas y cada vez hacen unos juegos diferentes, y para rematar tienen media hora de disco infantil en otro salón, así que no da tiempo para aburrirse.

Ya os dejo de dar el tostonazo jajaja solo os digo como Pros, la cantidad de actividades del Hotel, buena comida y habitaciones amplias, como Contra, la falta de mantenimiento sobre todo en zonas comunes, se nota que esta envejecido y que le han dado mucho uso, por ello deberían mantenerlo mejor.

 Queda pendiente otra entrada con lo que se puede hacer allí en un fin de semana sin necesidad de ir a todos los parques de pago, os contaré todo lo que hicimos, mejor dicho, lo que nos dio tiempo jejeje.

Sed felices y disfrutad de la vida.